jueves, 9 de junio de 2011

Ejercicio de patriotismo inverso

SUPUESTO 1

Imagina que de pronto todos los rincones de España se ven sumidos en un invierno perpetuo. Las calles están cubiertas de hielo y nieve hasta el punto de quedar impracticables; si sales al exterior, el aire gélido te corta la cara, o directamente te convierte en estatua de hielo para los restos y tu familia nunca vuelve a saber de ti. Con este panorama, los españolitos nos vemos obligados a quedarnos encerrados en nuestros respectivos hogares (para facilitar el ejercicio de trasposición mental, supondremos que no existen los desahucios y que la energía necesaria para la calefacción es ilimitada y gratuita). Reacción estándar:

Semana 1

Estás en una especie de nube. En la gloria, vamos. “Madre mía —exclamas—, me quedo en casa durmiendo calentito by the face, ¡y sigo cobrando la nómina! Viva el frío, la nieve y la madre que los parió a todos.” (También vamos a suponer que no hay problemas de alimentación y que todos los hogares están llenos de comida sin necesidad de salir a comprarla).

Semana 2

Está muy bien, sí, aunque pasito a pasito vas bajando de la nube. Sigue resultando interesante, pero ya no es tan glorioso. “Hombre, esto de estar todo el día de vacaciones tiene su punto, pero no poder salir ni para ir a dar una vuelta… Uf, no sé, qué agobio, ¿no? Bueno, alegra esa cara, ¡no tienes que ir a trabajar! ¿Qué más se puede pedir?”




Semana 3

Abres un blog acerca de cómo te sientes por culpa del encierro y el invierno. Siempre te has expresado de pena porque no acabaste ni la E.S.O. (te pilló una nueva oleada de fracaso escolar) y no tienes el más mínimo interés por la expresión escrita; pero los blogs están de moda y tú te aburres como una ostra. Como hay otros cinco millones de españolitos que han hecho lo mismo, tu blog no tiene ni una sola visita, salvo la de algún hoygan para decirte: “tntiendo tio llo tmb toy asta ls pelotas”. Tú tampoco visitas ninguno de los cinco millones de blogs. Por supuesto, no te gusta leer. Eso es de empollones.

Semana 4

Se escacharra la línea telefónica. Como no puedes salir a la calle, no tienes forma de ponerte en contacto con tu compañía ni con nadie del exterior. Sufres temblores y alucinaciones. Algún insensato indeterminado, creyendo ayudar, te recomienda que leas un libro para pasar el rato. “¿Leer un libro yo? ¿Pero por quién me has tomado? ¿Por un p*** empollón de m*****?”

SUPUESTO 2

Imagina que de pronto todos los rincones de Islandia se ven sumidos en un invierno perpetuo. (Vale, sí, en Islandia ya hace bastante frío sin supuestos de por medio, pero no tanto como se pueda imaginar; todavía pueden hacer vida callejera y social). Las calles islandesas están cubiertas de hielo y nieve hasta el punto de quedar impracticables; si sales al exterior, el aire gélido te corta la cara y mueres bla bla bla. Con este panorama, los islandesitos se ven obligados a quedarse encerrados en sus respectivos hogares.

Reacción estándar 1 donde el tiempo tiende a infinito:
Una mitad de los islandeses se dedica a escribir libros.

Reacción estándar 2 donde el tiempo también tiende a infinito:
La otra mitad se dedica a leerlos.

CUESTIONES PLANTEADAS
  1. ¿Qué diferencias ves entre el supuesto 1 y el 2?
  2.  En caso de que te hayas leído este post, ¿en serio eres español?
  3. Si te lo has leído y has pasado gusto de hacerlo (supondremos por tanto que eres islandés):
    • ¿Se puede traducir la palabra empollón a tu idioma?
    •  ¿Cómo demonios se pronuncia Eyjafjallajökull?

1 comentario:

  1. Mi no entender del todo tus preguntas, pero mi intentar responder: Empollón ser "slñdljviodh" y palabra pronunciar "zapato". Mira que tú no saber... XD

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