jueves, 26 de mayo de 2011

La sociedad de la malinformación

Alguna vez en mi vida me planteé estudiar periodismo. Nunca fue, no obstante, un planteamiento serio, porque en mi fuero interno sabía que yo no servía para esa profesión. En las asignaturas de lengua castellana y lengua catalana solían aleccionarnos sobre las premisas básicas de un texto periodístico informativo. No me baso en ningún manual, simplemente recuerdo algunas cosas como:

  • Objetividad
  • Rigor
  • Veracidad
  • Uso de información contrastada
  • Uso de un lenguaje unívoco (denotativo)

Viendo estas características que me han venido a la mente está claro que no sirvo para esto. Yo soy una persona caótica y desordenada. No soy metódica, me cuesta mucho no divagar y me cuesta ceñirme a la verdad. No soy mentirosa pero sí fantasiosa, porque la realidad, a menudo, es aburrida o simplemente insoportable. Por eso disfruto adornando las historias con detalles que las hagan más interesantes, yéndome por las ramas o aderezando la vida con un poco de literatura cotidiana.
Y eso, para ser periodista, no es lo más adecuado. O eso creo.
Además, leo en Wikipedia las siguientes definiciones:

  • Texto informativo: informa de algo sin intentar modificar la situación.”
  • Textos periodísticos: todos los textos susceptibles de aparecer en el contexto de la comunicación periodística. Suelen subdividirse en "géneros informativos" (que tienen por función transmitir una determinada información al lector) y […]”
Sí, lo sé. Yo me estoy documentando en Wikipedia, que no es la fuente más rigurosa ni confiable que existe… pero ya he dicho que no sirvo para ser periodista porque carezco de las cualidades que ello exige, ni pretendo con este blog ejercer el periodismo, de modo que no se me puede reprochar la falta de seriedad. Considero que me puedo permitir este lujo.
Porque, claro está, los profesionales que cultivan el Periodismo (entendido en sentido amplio: persona que trabaja redactando para un periódico) son personas serias, rigurosas, que siempre contrastan sus informaciones antes de arriesgarse a publicar una que pueda contener imprecisiones o, directamente, mentiras fácilmente detectables. Nunca, jamás, como he hecho yo, se documenten en Wikipedia ni crean una noticia a partir de la información que les ha llegado en un e-mail en cadena. ¿O sí? ¿Será que los “profesionales” de hoy se “documentan” así?
Porque leyendo el periódico Última Hora edición papel, me he encontrado la siguiente “noticia”:

Y me ha llegado también a través de un e-mail en cadena. De modo que me dispongo a comprobar que esto no es broma (porque a mí me huele raro) y… ¡oh sorpresa! Entro aquí:



Y resulta que esa información está desmentida bajo un titular en letras rojas y tres signos de exclamación que pone “¡¡¡AVISO A NAVEGANTES – IMPORTANTE!!!
Que yo sepa, entrar en la página web del movimiento 15-M está al alcance de cualquiera. Incluso de un “periodista” que se documenta en Wikipedia o que escribe “noticias” con informaciones absolutamente falsas que le han llegado a través de un e-mail con un asunto del tipo “re: re: re: re: re: re: y requeterré”.
Qué fácil resulta difamar. Vergonzoso, de verdad (verdad de la buena).
P.S.: Y aunque no venga al caso... ¡hoy es mi cumpleaños!

2 comentarios:

  1. Que conste que no me estoy quejando de las personas que me han reenviado el correo ni las que han comentado haberlo oído. Me quejo de las personas que lo publican en un periódico, personas que tienen el poder de la información en sus manos y lo usan tonta, muy tontamente.

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  2. ¡¡¡Felicidades!!!. Yo tampoco valdría para periodista, aunque en mi caso sería más bien por el tema de la objetividad.

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