miércoles, 11 de enero de 2012

Cómo ser un buen cultureta

Según el avance de la vigésima tercera edición del Diccionario de la Real Academia Española, "cultureta" es una expresión coloquial y despectiva para designar a una persona "pretendidamente culta", es decir, la que se las da de poseer una cultura de la que carece. Dada la definición parece sumamente negativo que te tilden de ello pero, puesto que en nuestra sociedad se estila mucho parecer más de lo que se es, no son pocos los que buscan una apariencia de persona cultivada sin realizar el profundo esfuerzo que esto conlleva. Así, si eres uno de esos que están deseando aparentar ante el 80% de la población, y no te importa que el otro 20% te cale y te llame listillo, sabelotodo, chupatintas u otras cosas peores, aquí van algunos consejillos fruto de una cuidadosa observación de nuestros semejantes:
  1. Ten siempre una opinión formada sobre cualquier asunto o disciplina que se tercie, ya sea lingüística aplicada, matemática discreta o química cuántica. Es importante que se trate de una "opinión personal" aunque sea un asunto objetivo e indudable. Por ejemplo, nunca digas: "Dos más dos son cuatro". Di: "En mi opinión, dos más dos son cuatro".
  2. Practica la oratoria a diario delante de un espejo. Ser un buen charlatán es el rasgo más marcado de un cultureta y el que te hará llevar a engaño a más pardillos incautos. 
  3. Desecha de tu vocabulario expresiones como: "No lo sé", "No tengo ni idea" o la más políticamente correcta "No dispongo de suficiente información para opinar sobre este asunto". No obstante, esta última, puesto que a veces es usada por los cultos auténticos, puede ser un verdadero golpe de efecto en un momento dado para confundir a algunos de los que te llamaron chupatintas.
  4. Ojea los periódicos y localiza una serie de informaciones clave para los temas de actualidad. Después busca en Wikipedia, aprende algunos detalles estratégicos y no pierdas ocasión de sacarlos a relucir en cuanto puedas, siempre de carrerilla, para evitar que te interrumpan y te hagan preguntas comprometidas. Mezcla datos más accesibles para el gran público (por ejemplo, la capital de Libia) con los más estrambóticos y rebuscados que encuentres, de forma que puedan pensar que sabes todo lo esencial hasta tal punto de profundidad que también sabes lo anecdótico. 
  5. Si a pesar de tus esfuerzos por demostrar tu cultura de carrerilla, alguien del 20% te interrumpe y te hace alguna pregunta comprometida que no sabes responder, mírale con una sonrisa irónica y despectiva, como diciendo: "La respuesta es tan evidente que no mereces ni que te la diga". Si aún así insiste en seguir mortificándote, señálale con el dedo e incítale a que busque él mismo la respuesta, añadiendo: "será un buen ejercicio para tu autoconocimiento y tu realización personal".
  6. Empieza a interpelar a tus oyentes siempre con afán didáctico. Son buenos comienzos algunos como: "¿Sabías que...?", "¿Te has enterado de que ahora...?", "Los avances científicos indican que...".
  7. Hazte el interesante. Invéntate la realización de actividades relacionadas con la cultura los fines de semana: leer libros filosóficos, ir a un museo, ver una película de serie B en versión original. Presume incluso de ser amigo del autor del libro, del pintor/escultor o del director de la película. Cuéntalo a primera hora del lunes, cuando tus interlocutores estén sin café y con la guardia baja y no se pongan insolentes indagando cosas como la situación geográfica del museo, o bien te digan aquello de: "¿Pero tú sabías inglés?"
  8. Pero sobretodo y ante todo, para ser un buen cultureta, desprecia siempre los conocimientos y los comentarios de los demás o mírales con cierta condescendencia, como si fueses a sacudirles la caspa del hombro de un momento a otro. Porque en el fondo sabes bien que tu cultura de cartón piedra sólo se sustenta en denostar la cultura ajena y en parecer mejor que los demás.

2 comentarios:

  1. Conozco mucha gente así, hay una táctica que siempre me ha funcionado con ellos: mirarlos fijamente mientras hablan, con una marcada cara de recochineo. Se desinflan por momentos.

    ResponderEliminar
  2. Uf, a mí lo de la cara de recochineo no me sale, siempre miro muy seria y asiento, a no ser que hayan llegado al punto 8 (despreciarme o hacerme sentir idiota) en cuyo caso directamente saludo con disimulo y me escabullo.

    ResponderEliminar