1) Un chip subcutáneo anticorrupción que daría calambre al dirigente de turno cada vez que tramara alguna fechoría. La intensidad de la descarga eléctrica sería directamente proporcional a dos parámetros: la cantidad de maldad intrínseca de la idea y las consecuencias que tendría para sus conciudadanos y, en todo caso, esta descarga de aviso por haber pensado la mala acción sería tan sólo un 10% de la descarga real que recibiría en caso de ejecutarla. La descarga real podría llegar a ser mortal; la de aviso no, que hay que dar oportunidades a los que tengan ganas de volver a caminar por el camino recto.
2) Un inductor de apoptosis de organismo completo. Las células poseen un mecanismo de homeostasis que siempre me ha resultado fascinante; se llama apoptosis, y a grandes rasgos consiste en el desencadenamiento de un montón de reacciones bioquímicas que llevan a la célula a la muerte si por alguna razón su material genético muta y se vuelve perjudicial para el organismo del que forma parte (las células cancerosas se saltan el mecanismo a la torera). Los individuos tratados con el inductor en cuestión se autofagocitarían al completo (todas sus células harían apoptosis a la vez) y desaparecerían sin dejar rastro. Sería aplicable a casos de pederastia y de maltrato infantil y no, no les perdonaría; el cacharrito echaría humo.
3) Un generador de auras electromagnéticas impenetrables. Sería el equivalente a ir andando con una burbuja irrompible, aunque se podría poner y quitar a voluntad para permitir únicamente contactos deseados. No sé cuándo lo aplicaría, pero me encantaría. A ser posible sería un espacio de gravedad cero en el que flotar en los días de estrés.
4) Plantillas/disfraces para cerebros. Se trataría de membranas copiadas de otros cerebros, en especial célebres y conocidos, que se pondrían sobre el cráneo y simularían estar dentro del cerebro elegido en pensamientos, sentimientos, conocimientos, inteligencia... A parte de la experiencia de ser otro durante un momento, el usuario podría elegir determinadas características de cada cerebro e incorporarlas al suyo propio sustituyendo su habilidad anterior (porque tendrían que estar alojadas en la misma zona cerebral). Por ejemplo, podríamos sustituir nuestra capacidad para las matemáticas por la de Gauss, la física por la de Einstein, la literaria de Delibes o el genio creativo de Picasso. Admito que sería algo que guardar en el más absoluto secreto, porque tampoco es plan que todos nos convirtamos en superhombres de la noche a la mañana. No sé por qué, pero me da que provocaría la tercera Guerra Mundial.Claro que siempre está la opción de que el 90% de España eligiera ponerse la plantilla de Cristiano Ronaldo o de Belén Esteban (es decir, todo seguiría igual :P)
Estos son los míos y muchos más que iré añadiendo más adelante. ¿Qué aparatejos inventaríais vosotros?